Ante un error podemos juzgarnos, criticarnos y hundirnos. O podemos tomar la gran oportunidad que se nos brinda para conocernos mejor y cambiar de rumbo.
Los errores son parte de la vida, nadie está completamente a salvo de ellos. De hecho, juegan un papel fundamental en lo referente al crecimiento personal humano.
Si no fuese por las equivocaciones que cometemos en ocasiones, no seríamos capaces de aprender de ellas para poder corregirlas más adelante.
¿Qué son los errores?
El término error hace referencia a la acción de haber realizado algo de la manera indebida, o alguna acción imprudente que genera momentos incómodos.
Los errores tienen en común que son accidentales, involuntarios; es decir, jamás se podría cometer un error de manera voluntaria, eso resultaría ser una paradoja.
El otro aspecto común de los errores, y el más importante, es que detrás de cada uno de ellos se esconde la oportunidad de conseguir un valioso aprendizaje, internalizando el por qué nos hemos equivocado podremos crecer como personas y nutrirnos del error para no cometerlo nuevamente, en el futuro.
¿cómo aprender de los errores?
Ahora veremos algunas maneras eficientes de aprender de los errores, internalizado adecuadamente las experiencias.
- Cambia la percepción que tienes de los errores: Una vez que comiences a ver los errores como oportunidades y no como fracasos, podrás aprender de ellos de la mejor manera posible. A veces un cambio de perspectiva es suficiente para mejorar significativamente tu calidad de vida.
- No permitas que te gane la ansiedad: La ansiedad se ve reflejada en el miedo que podemos llegar a tener ante los errores, es decir, cuando antes de comenzar a realizar una actividad el miedo nos paraliza y nos impide realizarla. Para evitar esto, lo ideal es entender que las cosas no necesariamente tienen que salirnos mal solo por el hecho de pensar que así será. Los pensamientos no siempre determinan las acciones. Recuerda que sentir temor es natural, no permitas que eso te paralice, confía en tus capacidades y realiza las actividades tal y como sabes hacerlas, aunque no esté libre de imperfecciones.
- Regula el nivel de autoexigencia: Este punto se refiere a que en ocasiones ser demasiado perfeccionistas nos puede llevar a una visión distorsionada de nuestra propensión a hacer las cosas mal, y no nos permite que saquemos el aprendizaje de nuestros errores. Cuando tenemos una actitud de perfeccionismo extremo, no toleramos las equivocaciones, y como consecuencia de este comportamiento evitamos pensar en estas actividades. Este es uno de los consejos para aprender de los errores más complejos, ya que no siempre resulta fácil dejar de sentir malestar ante la idea de crear algo con ciertos defectos.
- Emplear los nuevos aprendizajes: Utilizar el conocimiento que hemos adquirido de nuestras equivocaciones pasadas es una forma de aprender cómo podemos mejorar, y además podríamos seguir aprendiendo. Es como una escalera, a medida que subimos un peldaño debemos ir subiendo poco a poco los demás, aprendiendo algo nuevo cada vez que damos un paso.
- Enfócate en el presente: Una de las principales limitaciones del aprendizaje es el mantenerse anclado al pasado. Debemos cambiar el clásico pensamiento de que, si nos equivocamos en el pasado, lo volveremos a hacer en el presente. Ese pensamiento debe ser reemplazado por uno más adaptativo. Por ejemplo, lo ideal es pensar que, si no lo hicimos bien en el pasado, lo haremos mejor esta vez, con el aprendizaje nuevo que hemos adquirido.
- Evita actuar precipitadamente: Actuar de manera precipitada puede llevarnos a cometer errores, y aparte de eso, dificulta el proceso de aprendizaje de dicho error, teniendo en cuenta que cuando actuamos de esta manera no tenemos tiempo de evaluar adecuadamente los motivos que nos llevaron a incurrir en la equivocación.
- Se autocrítico: La autocrítica saludable es indispensable para lograr aprender de nuestros errores. Cuando empleamos la autocrítica, estamos de alguna manera haciendo una evaluación objetiva de nuestra propia persona; de nuestras virtudes y también de nuestros puntos a corregir.
- Ten en cuenta las opiniones: A veces, desde la perspectiva de las otras personas podemos comprender más adecuadamente cuáles son los aspectos para mejorar en nosotros mismos. Las opiniones de los demás nos ayudan a evaluarnos.
Estas opiniones sirven como punto de comparación entre lo que pensamos nosotros y lo que piensas los otros sobre nuestra experiencia. Lo ideal es ser tolerantes y saber aceptar que las ideas que otros tienen acerca de lo que hacemos no tienen por qué ser siempre positivas. De esa manera podremos obtener un aprendizaje más completo respecto a nuestros errores del pasado.
A lo largo de la vida enfrentarás momentos difíciles, situaciones en las que tomarás un camino equivocado. Eres humano y, por tanto, tendrás fallos y tropiezos. Sin embargo, será la actitud y la manera de motivarte a que adoptes ante estas circunstancias la que definirá quién eres y cómo deseas vivir. Aprende de tus errores y habrás conquistado el miedo.
Cometer errores es el paso previo al aprendizaje. La enseñanza que se obtiene de un error es mucho más valiosa y relevante que la que se desprende de los buenos momentos. Fallar nos enseña sobre nosotros y sobre el mundo, nos ayuda a clarificar quienes somos, lo que deseamos y lo que no. Nos muestra qué acciones nos llevan a la felicidad y cuales a la frustración.