¿Cómo puedes encontrar tu propósito de vida? No es sencillo, requiere reflexionar y plantearse las preguntas adecuadas. Las sesiones de coaching en las que me dedico puedo ayudar a mis clientes a definir su propósito de vida, pueden durar perfectamente una o dos horas, pero el resultado final es siempre increíblemente motivador para ellos. El propósito de vida es algo continuo, no empieza ni se completará nunca, y tiene que ver con lo que haces y con lo que sientes. Responde a las preguntas ¿qué?, ¿cómo? y ¿para qué o quién?
Aquí tienes una serie de preguntas que suelen ayudar y te pueden servir:
- ¿Qué cosas me producen una gran satisfacción y alegría?
- ¿Qué me gusta hacer? ¿Qué me hace perder la noción del tiempo? ¿En qué utilizo mi tiempo libre?
- ¿Qué me hace sentirme bien conmigo mismo?
- ¿Cuáles son mis talentos?
- ¿Cómo puedo usar mis habilidades para ayudar a los demás?
- ¿Qué haría si sólo me quedasen seis meses de vida?
- ¿O qué haría si tuviera todo el tiempo y el dinero del mundo?
- ¿Cuáles son los valores que siempre defiendo?
- ¿En qué creo?
Debes hacerte estas preguntas sin pensar en los que los demás quieren o esperan de ti. Se trata de que vivas tu vida, no la que otros quieran que vivas.
Otros autores y profesionales recomiendan que cojas una hoja en blanco y escribas lo primero que te venga a la cabeza. Una pequeña frase. Vuelve a leerla, añade algo que falte, quita algo que sobre. Repite el proceso hasta que sientas que te identificas plenamente con esa frase. No te preocupes si no obtienes el resultado deseado después de 50 intentos. Sé perseverante.
Una vez que tienes claro cuál es tu propósito, es mucho más fácil poder satisfacerlo y tener una vida más gratificante. Ve bajando por los siguientes niveles. Define tu visión, objetivos y áreas de responsabilidad, de modo que tus proyectos y acciones de cada día estén alineados con todos ellos.
Cómo construir tu propósito de vida
Deja de buscar complacer a todo el mundo, al igual que querer saber de todo. Más bien enfócate en aquellas actividades que realmente despiertan tu interés, ya estas representan el terreno óptimo donde se puede construir tu propósito.
2. Deja de compararte: Nadie tiene resuelto su futuro. Muchas personas viven pendientes de lo que hacen los demás, de cuánto ganan, de sus trabajos soñados y del crecimiento personal que han tenido.
Esta sociedad nos ha enseñado a vender muy bien nuestro presente; desde las imágenes que publicamos en las redes sociales hasta las apariencias que no reflejan la realidad de las personas. Una cosa es lo que dicen y muestran, otra es la realidad que viven.
Céntrate en tu proceso y deja de pensar que los demás tienen su vida resuelta. Ten la seguridad que están igual que tú, sin saber muy bien lo que hacen, con un mar de dudas y apariencias que ocultan estos miedos.
Cuando entiendas que cada uno libra su propia batalla, y que cada día es una oportunidad que tenemos para ganarla, tendrás la libertad para buscar con calma y sabiduría lo que quieres hacer con tu vida.
2. El trabajo es un medio, no un fin: Cuando piensas en tu trabajo como un medio, y no como un fin, entiendes que ese trabajo que no termina de llenarte, es una experiencia más que vives, buena o mala, la cual te deja grandes enseñanzas de vida.
¿Cómo sacarle provecho a este tipo de situaciones? Identifica qué puedes aprender de tu trabajo actual, ya que esto será fundamental para encontrar tu propósito de vida. Recuerda que lo primero es saber qué es lo que no te gusta. No todo lo relacionado con tu trabajo es malo, debe de haber aspectos que disfrutas y te entretienen; bien sea tus compañeros de trabajo, el pago que recibes, el ambiente laboral, entre otras.
Tu labor es encontrar cuáles son estas, al igual que aquellas que por nada en el mundo disfrutas hacer. Tener esto claro te pone en una posición ganadora respecto a tu futuro, ya que sabrás en qué campos te podrás enfocar y en cuáles no.
3. Define qué es lo que no te gusta hacer: Tal y como mencioné en el punto anterior, pregúntate qué te da pereza hacer en tu trabajo, en la universidad y en tu vida personal laboral y en general.
¿Disfrutas hablar con las personas? ¿Hablar de ciertos temas como música, finanzas, meditación, programas de televisión?
Si no te gusta, escríbelo. De esta manera harás consciente lo que ciertas actividades o temas te hacen sentir.
Una vez tengas claro que no te gusta, habrás eliminado demasiadas opciones dentro de la búsqueda de tu propósito de vida. Ahora bien, las dos preguntas claves y determinantes que deberás hacerte en algún punto son las siguientes:
- ¿Qué estás dispuesto a hacer todo un mes sin recibir un solo dólar a cambio?
- ¿Cómo puedes generar ingresos a partir de esta actividad?
4. Date permiso para probar cosas nuevas: Antes de tomar una decisión regálate la oportunidad de probar cosas nuevas. Para esto debes utilizar eficientemente tu tiempo libre.
La gran mayoría de personas viven insatisfechos con la vida que llevan, pero no hacen nada al respecto; se quejan desde su cama, con un teléfono en la mano y envidiando todas las apariencias que ofrecen las redes sociales.
Son soñadores frustrados que tienen la solución en su tiempo libre, pero prefieren quejarse ya que es más fácil que actuar con base en la búsqueda de su propósito.
Pregúntate qué estás haciendo en tu tiempo libre; asiste a cursos de temas que te llaman la atención, compra un libro de algo interesante, aprende cómo crear un blog, donde hables de tus experiencias personales, conoce personas nuevas de otros campos de conocimiento, haz cosas diferentes.
5. Define cuáles son tus mejores habilidades profesionales: Si quieres encontrar una carrera que amas, debes partir desde la identificación de tus fortalezas, o aquellas habilidades que te permiten diferenciarte del resto de personas.
Para lograrlo, aquí te dejo unos pasos, que consisten en tres preguntas que debes hacer para identificar tu propósito de vida:
- ¿Cuáles son mis habilidades?
- Para empezar, escoge entre 5 y 10 personas que sientas que mejor te conozcan y divídelas en dos grupos.
Grupo 1: Reúne a los amigos con los cuales te conectas desde lo más profundo de tu ser, con los cuales compartes principios, valores y una visión de vida.
Grupo 2: Aquí tendrás a las personas con las cuales eres cercano, pero que se diferencian de tu personalidad, bien sea por su estilo de vida, trabajo o proyectos.
Empieza preguntando a cada persona de cada grupo cuales creen que, honestamente, son tus mayores fortalezas y habilidades, y cuáles son tus debilidades.
En esta primera pregunta es importante conseguir dos cosas:
Tener una “investigación de mercado” acerca de tus habilidades y, generar un ambiente en el cual tu amigo pueda ser completamente honesto contigo.
Es posible que, debido a que tus amigos te quieren, estos no quieran decirte la verdad, ya que sienten que van a lastimarte o te harán pasar por momentos dificiles.
No obstante, entre más rápido te des cuenta para qué eres bueno, y para lo que eres malo, podrás enfocarte en lo verdaderamente importante: tu propósito de vida. Así que aguántate el dolor.
¿Cuáles son mis fortalezas?
No puedes tener una visión romántica de las habilidades que te han llevado a ser exitoso en la vida.
¿A qué me refiero? Piensa en el siguiente ejemplo, tú puedes ser un estudiante excelente por encima del promedio, pero no tener ningún interés por la academia.
Puedes ser extremadamente bueno jugando fútbol, y esto no ser lo que tú realmente quieres seguir en tu vida.
No tener una visión romántica, sin lugar a duda te ayudará a encontrar tu propósito de vida, ya que esto implica utilizar estas fortalezas como base para identificar talentos que, quizás, anteriormente no conocías.
Tal y como mencionamos, el hecho de que algo no sea lo que tú quieres para tu vida no significa que no podamos rescatar habilidades y fortalezas que desarrollaste en esta actividad.
A manera de ejemplo, el hecho de que no te guste el fútbol no significa que tu habilidad para trabajar en equipo no sea importante. Así que no desperdicies tus habilidades, utilízalas para encontrar tu propósito de vida.
Pregúntale a extraños:
Utiliza todo el potencial que tiene el internet. Utiliza tus redes sociales, haz un video o una publicación preguntando a todas las personas que te siguen, la pregunta que tanto hemos repetido:
¿Cuáles son mis fortalezas?
Luego de colectar toda esta información a través de estos pasos, tendrás el criterio y las bases suficientes para tomar decisiones importantes.Cuando tienes claro cuáles son tus habilidades, sabes en qué eres bueno, teniendo en cuenta tu criterio y los consejos de tus amigos, podrás definir aspectos importantes en tu vida.
Por ejemplo, tendrás una gran cantidad de oportunidades, tales como:
- Buscar un trabajo nuevo según tus habilidades.
- Aprende cómo iniciar un negocio propio en tu tiempo libre.
- Buscar un socio que complemente tus habilidades y fortalezas y trabajar con ellos
- Crear una empresa con tus amigos que te complementen.
- Comenzar a ganar dinero por internet haciendo algo que te apasione.
6. Sigue tu curiosidad: Sin importar que hayas encontrado o no tu propósito, es importante que sigas aquellas cosas que te llamen la atención; no importa que nunca lo hayas intentado, ya que la idea es que descubras intereses menos obvios. Por esto es que es tan importante salir de tu zona de confort.
Cuando tienes la iniciativa de seguir aquellos intereses poco comunes, sales de tu comodidad y te abres mentalmente a la posibilidad de explorar nuevas cosas.
Un ejemplo de esto es la curiosidad de Steve Jobs por las tipografías, lo que le llevó a asistir a una clase aparentemente inútil de tipos de letra y desarrollar su sensibilidad de diseño.
Más tarde, esta sensibilidad se convirtió en una parte esencial de los ordenadores de Apple y un diferenciador principal del resto de marcas.
7. No hagas del dinero tu principal motivación: Si estás buscando tu propósito de vida, y pasar tus años haciendo algo que te gusta, la mejor manera de empezar es tratar a las preocupaciones financieras como algo secundario.
Con esto no estoy diciendo que no sean importante tus finanzas personales. Es fundamental que aprendas cómo ahorrar dinero, generar nuevas fuentes de ingreso y administrar tu dinero.
Ahora bien, si limitas tu propósito de vida a la cantidad de dinero que puedes ganar en la actualidad, difícilmente encuentres algo que ames.
La idea es que trabajes primero en tus finanzas personales, de manera que tengas la libertad (así sea en tu tiempo de libre) de explorar qué otros intereses y gustos puedes desarrollar, al igual que aprender la manera de ganar dinero rápido con ellos.
8. Diferencia entre placer, pasión y propósito: En su libro Delivering Happines, Tony Hsieh plantea que existen varios tipos de felicidades; está el placer, la pasión y el propósito.
- El placer: Es la felicidad del corto plazo, esa que disfrutamos en el instante y que la despierta las cosas materiales.
- La pasión: Esta felicidad que implica un mayor compromiso, ésta nos hacer sentir que el tiempo vuela y que todo lo demás pierde su importancia para nosotros.
- El propósito: Por último y más importante, esta felicidad es la que a diario debemos salir a buscar, y la cual se encuentra cuando hacemos parte de algo que es más grande que nosotros mismos.
- El propósito se convierte en una razón para levantarse temprano, para sacrificar cosas que nos gustan y que por encima de todo, le da sentido a nuestra vida. Para construir el propósito de tu vida tendrás que tomar decisiones, y a su vez, renunciar a muchas otras.
Tanto así, y esto es algo que les pasa a muchas personas, es que cuando no tienen una pasión o no han construido su propósito, suelen anteponer lo urgente por encima de lo importante.
9. Está bien cambiar, retirarte y probar otras cosas: Es normal que en esta búsqueda y construcción de un proyecto de vida que admires, cometas errores, tomes caminos que con el tiempo no eran los indicados, o simplemente cambies de opinión.
El hecho que tomes una mala decisión no significa que lo estés haciendo mal, más bien es un proceso, donde las malas decisiones también tienen su lugar.
Entonces, el hecho que aún no tengas del todo claro cuál será el rumbo de tu vida no implica que tomes decisiones, cambies, renuncies o hagas lo que sientas que es necesario.
En muchas ocasiones, encontrar tu propósito de vida requiere que tomes riesgos, que confies en ti mismo y des un paso hacia lo desconocido.
10. Tu propósito no es un golpe de suerte, es una disciplina: El propósito de tu vida no es algo que te encuentras de la noche a la mañana, no es algo a lo que llegas después de pensarlo una mañana, o luego de una conversación.
Como podrás haber visto en este blog, el propósito de tu vida es producto de tu disciplina.
Es el resultado de estar constantemente buscando nuevas actividades, oportunidades de negocio, conociendo nuevas personas, y cuando encuentres algo que te interese, dedicarte a practicarlo y perfeccionarlo.
Es el resultado de tener la disciplina para decir no al resto de posibilidades, para rechazar “caminos fáciles” y de tener una visión de largo plazo; ya que la grandeza requiere de tiempo, dedicación y mucho esfuerzo.
Cuando te comprometas, entenderás que tu propósito más allá de trabajar poco o de estar haciendo algo que te agrade, es poder contribuir de una manera única a las personas que tienes a tu alrededor.